Sin lugar a dudas la gira, mini gira más bien ya que solo cuenta con dos fechas, que está realizando Wilko Johnson por nuestro país es una de las noticias más celebradas por todos los amantes de la música. Ver al célebre guitarrista de Dr Feelgood sobre un escenario es siempre un motivo de júbilo, más si se tiene en cuenta que ha superado recientemente un cáncer de páncreas de manera milagrosa. Además, la publicación del disco Going back home junto a Roger Daltrey (cantante de The Who) ha devuelto a Wilko Johnson a la primera plana de la escena actual.
Por todo ello, no es de extrañar la gran entrada en la madrileña Sala But. En el público se mezclaban diferentes generaciones dispuestas a ver y disfrutar con un artista único. Con una puntualidad británica, y nada común en los conciertos españoles, apareció sobre el escenario la imponente figura de Wilko Johnson y su Fender colgada del brazo. Junto a él, los dos escuderos de lujo que le acompañan en esta gira y que forman una base rítmica en la que se apoya sin reparos la guitarra del ex Dr Feelgood. El concierto arrancó con All through the city y desde ese momento se fueron sucediendo diferentes clásicos de su banda madre, como Going back home, Roxette, Sneakin' Suspicition o la genial She does it right. No faltaron referencias de su carrera en solitario como If you want me o Keep on loving you. El hilo conductor de todo el concierto fue el gran sonido que Wilko es capaz de exprimir a su guitarra. Rosendo Mercado definió al guitarrista de los Enemigos, Josele Santiago, como el mejor guitarrista de España con la mano derecha y eso mismo se puede aplicar a la forma de tocar del inglés: no son necesarios grandes solos ni recorrer el mástil a velocidad de vértigo para ser un excelso guitarrista. Quizá por eso el maese Santiago se dejo ver entre el público.
Las canciones se iban sucediendo de una manera vertiginosa hasta que el trío se despidió para retirarse a los camerinos. Tras el típico compás de espera, la banda volvió para realizar una versión personal del clásico Johnny B. Goode con el que se despidieron. Solo había pasado una hora desde que había arrancado el concierto, pero se entiende si uno piensa en todo lo que ha pasado este hombre. Sin embargo, la sensación general entre los asistentes era de satisfacción y agradecimiento por haber podido ver a Wilko Johnson encima de un escenario.
